Durante su visita de tres días al Georgetown Americas Institute como miembro, Hernández se desempeñó como panelista en dos eventos, se reunió con estudiantes y profesores y realizó una sesión abierta de preguntas y respuestas sobre trayectorias profesionales en la reducción de la pobreza.
Día 1: Evaluación de políticas y rendición de cuentas democrática
El 27 de febrero, GAI organizó una conversación con Gonzalo Hernández para discutir su trabajo sobre el sistema mexicano de evaluación de políticas públicas y la necesidad de sistemas de rendición de cuentas sólidos y basados en evidencia en sociedades democráticas.
A principios del siglo XXI, reformas clave crearon mecanismos de evaluación y rendición de cuentas para las políticas públicas en México. El país tuvo éxito en mejorar la transparencia y la rendición de cuentas, fortaleciendo sus instituciones democráticas. En la era de la desinformación y el aumento de la polarización, estas instituciones clave ahora han sido atacadas. Hernández reflexionó sobre los desafíos de la evaluación de políticas públicas y la intersección entre la evaluación de políticas basada en evidencia y la rendición de cuentas democrática.
La historia mexicana
Antes del cambio de milenio, México era ampliamente reconocido como un estado de partido único con una rendición de cuentas insignificante y una falta de evaluación de políticas por parte de agencias independientes. Según Hernández, eso comenzó a cambiar en 1997 con el empoderamiento de la oposición política. Esto condujo a reformas clave que ordenaron la evaluación externa de los programas sociales y la creación de auditores independientes como la Oficina Autónoma de Estadística y, en última instancia, la creación del Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social (CONEVAL).
CONEVAL fue diseñado como un mecanismo para garantizar la independencia de los auditores y producir estadísticas sobre pobreza sin interferencia del gobierno. Hernández, quien dirigió el consejo de 2005 a 2019, fue testigo de primera mano del desarrollo y posterior deterioro del sistema en México desde el apogeo de principios de la década de 2000 hasta los desafíos actuales de la “posverdad” y la desinformación.
“Los gobiernos pueden tener buenas ideas, pero su éxito no siempre está garantizado. Es por eso que las evaluaciones independientes son clave”.
Gonzalo Hernandez, Red de Pares de Pobreza Multidimensional
Evaluación y Rendición de Cuentas Democrática
Hernández abogó por mecanismos independientes con estructuras e incentivos que fomenten la evaluación y la recopilación de datos como piedra angular del éxito democrático. Por ejemplo, la creación de sistemas de premios que reconocieron el trabajo realizado por ciudades o estados para mejorar la transparencia y la rendición de cuentas resultó ser un incentivo exitoso que cambió el comportamiento de los líderes políticos mexicanos en todos los niveles. Incluso hoy, cuando las agencias de evaluación independientes en México están siendo atacadas por el gobierno federal, Hernández sigue siendo optimista.
“No conocer o investigar los efectos o resultados de una política pública sobre la población es como administrar un medicamento sin conocer los efectos sobre la salud de un paciente”.
Gonzalo Hernandez, Red de Pares de Pobreza Multidimensional
No obstante, se mantuvo cauteloso y advirtió sobre la amenaza que representan las fuerzas políticas que buscan debilitar o desmantelar las agencias de revisión independientes. Hernández animó a los estudiantes a pensar en el valor de una carrera en evaluación de políticas, donde los servidores públicos juegan un papel vital para garantizar que los datos veraces permanezcan disponibles para todas las sociedades democráticas.
“Las instituciones siguen funcionando y haciendo su trabajo a pesar de estas presiones precisamente porque saben que las instituciones independientes son muy importantes para nuestras democracias”.
Gonzalo Hernandez, Red de Pares de Pobreza Multidimensional
Día 2: Expertos evalúan políticas sociales en México
El 28 de febrero, Hernández se unió a un panel junto a Nora Lustig, profesora Samuel Z. Stone de Economía Latinoamericana y directora fundadora del Instituto Compromiso con la Equidad (CEQ) en la Universidad de Tulane; Santiago Levy, asesor principal del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y miembro principal no residente del Programa de Desarrollo y Economía Global de la Institución Brookings; y el Director Fundador de GAI, Alejandro Werner, para evaluar las fortalezas y debilidades de las políticas sociales en México.
El panel se centró en tres temas: la definición de la política social, sus objetivos y las herramientas que tiene el gobierno de México para alcanzar esos objetivos. Hernández comentó que un desafío en la creación de una política social efectiva en el país ha sido la falta de una definición compartida de lo que significa el término.
Definición de política social
Los panelistas coincidieron en que el concepto de política social no está claramente definido, lo que impacta en la programación, administración y análisis de las políticas sociales. La política social a menudo se simplifica como programas gubernamentales que reducen la pobreza. Sin embargo, Hernández ofreció una definición más holística, argumentando que la política social debe apuntar a generar más oportunidades para que más personas participen en la economía.
Levy agregó que la política social tiene dos grandes componentes: 1) Invertir en capital humano, como programas para fortalecer la educación inicial y desarrollar la capacidad laboral; y 2) Proteger a los ciudadanos contra el riesgo. Los objetivos últimos de la política social deben ser un mayor crecimiento económico y la igualdad, que en conjunto conducirán a una reducción de la pobreza.
“Definir política social no es fácil, pero desde mi punto de vista creo que el objetivo de la política pública gubernamental debe ser ampliar la libertad de las personas”.
Gonzalo Hernandez, Red de Pares de Pobreza Multidimensional
Elegir las herramientas adecuadas para abordar problemas sociales
Los tres panelistas coincidieron en que era importante identificar qué herramientas tiene el gobierno para abordar problemas sociales específicos. Hernández mencionó que muchas veces debido a que se utiliza una definición tan estrecha de política social, la reducción de la pobreza se asigna únicamente al Ministerio de Desarrollo Social. Sin embargo, las estrategias de reducción de la pobreza deben implementarse en todas las entidades gubernamentales, desde el Ministerio de Agricultura hasta el Ministerio de Vivienda.
Si bien los programas sociales son una herramienta importante para la reducción de la pobreza, Hernández advirtió que la política social no puede centrarse en la programación. Citó que de 2008 a 2022 se gastaron 17,2 millones de pesos en programas sociales, y en el mismo lapso la pobreza aumentó de 49% a 53%. Lustig advirtió que el aumento de la pobreza en ese período puede atribuirse a múltiples factores, incluida una respuesta inadecuada a la pandemia de COVID-19 y la falta de acceso a una educación de calidad.
En general, los panelistas coincidieron en que las políticas sociales deben ir más allá de los objetivos y la programación puramente monetarios. Los hacedores de política mexicanos necesitan tener una discusión conceptual para definir la política social, sus objetivos y los instrumentos que tiene el gobierno para lograrlos.
Día 3: Inspirando a la próxima generación de formuladores de políticas
El 1 de marzo, Hernández se reunió con estudiantes de maestría en el Programa de Desarrollo Humano Global para discutir y asesorar sobre su proyecto final, que explora las asociaciones público-privadas y los mecanismos de recopilación de datos utilizados por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF). En última instancia, el proyecto tiene como objetivo producir visualización de bases de datos e informes a nivel de país que se integren en un panel global de UNICEF.
Hernández compartió sus ideas sobre las tasas de desempleo juvenil en México, los mecanismos de recopilación de datos de baja tecnología apropiados para la capacidad del gobierno y cómo alentar a los gobiernos a mejorar los registros administrativos y los indicadores para la juventud.
Hernández también participó en una mesa redonda con estudiantes de posgrado y compartió sus antecedentes, su experiencia en el gobierno mexicano y su perspectiva sobre los enfoques tradicionales de medición de la pobreza en comparación con un enfoque multidimensional.
“Lo que realmente quieres es obtener información de manera sistemática directamente del país.”
Gonzalo Hernández, Red de Pares de Pobreza Multidimensional
Enfatizó la importancia de contar con organismos independientes para medir los indicadores de pobreza, y que estos organismos deben tener un enfoque multidimensional que incluya ingresos y acceso a seguridad social, servicios de salud, educación, alimentación y servicios de vivienda. Advirtió que debe haber un acuerdo político sobre cómo medir estos indicadores o de lo contrario las mediciones no servirán. Terminó reiterando que los indicadores de pobreza multidimensional crean políticas más efectivas que pueden enfocarse en factores específicos de pobreza.
“La experiencia de Gonzalo me pareció muy inspiradora. Su trabajo en la evaluación de políticas fue un gran ejemplo para nosotros los estudiantes, enseñándonos cómo hay un valor increíble en dedicar la carrera de uno a buscar la verdad y preservar la salud de nuestros sistemas democráticos”.
Ignacio Albe (G'24)