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17 de marzo, 2025

Una conversación con el embajador de Colombia, Daniel García-Peña

El 17 de marzo de 2025, el Instituto de las Américas de Georgetown recibió a Daniel García-Peña, embajador de Colombia en Estados Unidos, para un amplio debate sobre las relaciones entre ambos países, moderado por Denisse Yanovich, directora general del instituto. El embajador García-Peña, basándose en su experiencia como historiador, negociador de paz y periodista, ofreció un análisis detallado de la cambiante relación diplomática entre Colombia y Estados Unidos. Hizo hincapié en la colaboración en materia de migración, seguridad, comercio y diplomacia, especialmente en un panorama político cambiante.

Embajador García-Peña
Embajador García-Peña

Fortaleciendo los lazos hemisféricos a través de la responsabilidad compartida

El embajador García-Peña enfatizó que Colombia sigue siendo un socio clave de Estados Unidos para abordar los desafíos hemisféricos, en particular la migración y el narcotráfico. Destacó el liderazgo humanitario de Colombia, señalando que ha acogido a casi 2,8 millones de migrantes venezolanos en los últimos años, mucho más que cualquier otro país de América Latina. Esta acción, argumentó, posiciona a Colombia como parte de la solución, no del problema, y ​​ayuda a reducir la presión migratoria hacia el norte sobre Estados Unidos.

García-Peña reconoció el legado de políticas fallidas centradas en la erradicación de cultivos de coca y la importancia de un nuevo enfoque que se centre en las redes de narcotráfico en lugar de en los agricultores empobrecidos. Compartió que en 2023, Colombia incautó un récord de 884 toneladas de cocaína, un esfuerzo que fue posible gracias a un mayor intercambio de inteligencia y la cooperación policial.

También destacó el papel emergente de Colombia como exportador regional de seguridad. La Policía Nacional de Colombia capacita a las fuerzas de seguridad en México, Panamá, Ecuador y varios países de Centroamérica. García-Peña destacó que Colombia fue el primer país en identificar al Tren de Aragua, una banda transnacional de origen venezolano recientemente designada como grupo terrorista por el gobierno estadounidense, como una amenaza grave. La inteligencia policial colombiana condujo a la detención de figuras clave, y la información proporcionada ha permitido a las autoridades estadounidenses perseguir a sospechosos dentro de sus fronteras.

Navegando los contrastes políticos y la continuidad diplomática

García-Peña reflexionó sobre cómo la alianza entre Colombia y Estados Unidos ha perdurado a pesar de los cambios de liderazgo en ambos lados. Desde el Plan Colombia bajo los presidentes Bill Clinton y George W. Bush hasta la actual administración izquierdista de Gustavo Petro, el embajador señaló que la relación bilateral ha madurado hasta convertirse en una alianza estratégica basada en la confianza institucional. Ofreció un relato detallado de una crisis diplomática ocurrida en enero de 2025, cuando Colombia suspendió temporalmente dos vuelos de repatriación en protesta por el trato recibido por los migrantes, lo que provocó amenazas públicas de sanciones por parte de la administración de Donald Trump. Sin embargo, tras bambalinas, García-Peña y su equipo entablaron rápidas negociaciones con funcionarios estadounidenses, y finalmente acordaron utilizar aviones de la Fuerza Aérea Colombiana para repatriar a los ciudadanos en condiciones dignas.

El embajador destacó el amplio apoyo nacional e internacional para proteger la relación bilateral durante la crisis, e incluso opositores ideológicos en Colombia —expresidentes, líderes del Congreso y figuras empresariales— se manifestaron a favor de la cooperación entre Estados Unidos y Colombia. Destacó que líderes de todo el espectro político colombiano se unieron para preservar la relación con Estados Unidos, lo que refleja la profunda continuidad diplomática forjada a lo largo de las décadas.

Embajador García-Peña
Embajador García-Peña

Venezuela, diplomacia y estabilidad regional

El embajador García-Peña describió la postura de Colombia respecto a Venezuela como una marcada por la realidad geográfica y los vínculos históricos, lo que exige una política de diálogo pragmática. Explicó que, si bien el gobierno de Petro no reconoce la reciente elección de Nicolás Maduro debido a la preocupación generalizada sobre la legitimidad democrática, mantiene relaciones diplomáticas formales con Caracas para abordar desafíos transfronterizos como la migración, el comercio y la seguridad. Este enfoque de doble vía logra un equilibrio entre los principios y la necesidad práctica, sobre todo considerando que millones de venezolanos residen actualmente en Colombia y muchos colombianos continúan viviendo al otro lado de la frontera.

García-Peña analizó el papel previo de Colombia en la facilitación del diálogo entre el gobierno de Maduro y la oposición, contribuyendo a los esfuerzos que culminaron en los Acuerdos de Barbados. Señaló que estas iniciativas contaron con el apoyo de la administración de Joe Biden y de socios regionales, como Brasil y Noruega. Sin embargo, el nombramiento de un enviado especial durante la administración Trump ha relegado temporalmente el papel mediador de Colombia al promover la interacción directa de Estados Unidos con Maduro.

A pesar de esto, Colombia mantiene contacto con el gobierno venezolano y figuras clave de la oposición, y se mantiene preparada para intervenir si se inicia una nueva ronda de negociaciones. García-Peña enfatizó que los intentos previos de aislar diplomáticamente a Venezuela habían fracasado y que la ruptura de vínculos, como el cierre de consulados y embajadas, solo fortaleció a actores ilícitos que llenaron el vacío resultante. En cambio, Colombia está comprometida con una política de diálogo constructivo, guiada por sus valores democráticos y la responsabilidad de mantener la estabilidad en una región fronteriza profundamente interconectada.

Comercio, inversión y competencia estratégica entre Estados Unidos y Colombia

El Embajador García-Peña subrayó que, si bien Colombia está comprometida con la diversificación de sus alianzas económicas, Estados Unidos sigue siendo su principal aliado comercial y socio de inversión preferente, a pesar de la creciente presencia de inversiones chinas. Aclaró que la inversión china a menudo se debe a la falta de participación estadounidense, más que a una preferencia estratégica por China. Por ejemplo, al ser interrogado por un senador estadounidense sobre la participación china en el proyecto del metro, García-Peña explicó que ninguna empresa estadounidense había presentado una oferta, lo que dejaba a China como la única opción viable. Enfatizó que Colombia es un país soberano con necesidades urgentes de desarrollo y que, si bien acoge la inversión internacional, lo hace para satisfacer las prioridades nacionales en materia de infraestructura, energía y transición climática. También destacó las relaciones comerciales de larga data, como la industria de exportación de flores a Estados Unidos, que apoya tanto a las mujeres rurales colombianas como a miles de empleos en Estados Unidos, como evidencia de los profundos lazos económicos que van más allá de la competencia estratégica. Finalmente, García-Peña presentó la relación económica como una oportunidad más que una opción binaria, sugiriendo que Estados Unidos podría reafirmarse participando activamente en la agenda de desarrollo de Colombia de una manera mutuamente beneficiosa.

“Nos gustaría más inversión estadounidense, pero Colombia es un país soberano y necesitamos diversificar nuestras relaciones económicas”. - Embajador García-Peña

Durante la sesión de preguntas y respuestas, el Embajador García-Peña reflexionó sobre los desafíos y las oportunidades que enfrenta la relación de Colombia con Estados Unidos en medio de la cambiante dinámica global. En respuesta a una pregunta sobre la reciente congelación de la asistencia exterior estadounidense, reconoció las profundas implicaciones para Colombia, que podría perder miles de millones de dólares en apoyo a la implementación de la paz, la migración y los programas de desarrollo. Señaló que, si bien algunos fondos, en particular para la lucha contra el narcotráfico, siguen activos, otras áreas críticas, como la inclusión y la equidad, se han cerrado. El embajador enfatizó que Colombia ahora depende de los recursos nacionales para sostener proyectos que antes contaban con el respaldo de la ayuda estadounidense. Esto demuestra la resiliencia y el compromiso de Colombia con el cumplimiento de las prioridades nacionales a pesar de la incertidumbre externa.

En cuanto a la competencia geopolítica, reafirmó la preferencia estratégica de Colombia por Estados Unidos sobre China, a pesar de la creciente inversión china en infraestructura. Subrayó que las empresas chinas suelen llenar los vacíos dejados por Estados Unidos y enfatizó la importancia de la reanudación del compromiso estadounidense. Al reflexionar sobre su estrategia diplomática, García-Peña subrayó la importancia de cultivar relaciones personales con los legisladores estadounidenses, recordando las conversaciones informales y las visitas compartidas como cruciales para generar confianza. Finalmente, abordó la naturaleza cambiante de la diplomacia en la era de las redes sociales, reconociendo el potencial disruptivo de las publicaciones presidenciales en redes sociales, al tiempo que advirtió contra las reacciones exageradas. Si bien las declaraciones en línea pueden generar tensiones, argumentó que una diplomacia eficaz aún se basa en la cooperación institucional, las negociaciones informales y el respeto mutuo, valores que han sustentado las relaciones entre Estados Unidos y Colombia durante más de dos siglos.