Luis Miguel Castilla analiza los desafíos económicos de Perú y las perspectivas para el futuro
El 29 de abril de 2025, el Georgetown Americas Institute (GAI) organizó un diálogo sobre las perspectivas económicas de Perú, con la participación del exministro de Economía y Finanzas, Luis Miguel Castilla. El evento fue moderado por Alejandro Werner, director fundador de GAI. La conversación abordó los desafíos macroeconómicos actuales del país, las disparidades regionales, la persistencia de la informalidad y las perspectivas de reformas y crecimiento a largo plazo en el contexto de presiones tanto internas como globales.

Una economía bajo presión
En sus palabras iniciales, Alejandro Werner señaló que, a pesar del históricamente sólido manejo macroeconómico de Perú, el país enfrenta ahora serias fragilidades institucionales, déficits de gobernabilidad y fragmentación social que amenazan su estabilidad a largo plazo.
Luis Miguel Castilla describió el entorno económico actual de Perú como una “estanflación resiliente”, caracterizada por una débil inversión, bajo crecimiento de la productividad y una frágil confianza en las instituciones estatales. Él señaló que, si bien los fundamentos macroeconómicos del país —como la deuda pública y la inflación— se mantienen relativamente estables, problemas estructurales como la informalidad, la desigualdad y las asimetrías regionales están socavando el potencial de crecimiento. Asimismo, afirmó que Perú no atraviesa una crisis fiscal, sino una crisis de gobernabilidad y legitimidad.
Castilla mencionó varios indicadores de estancamiento económico, entre ellos la caída de la inversión privada, el subempleo persistente y el deterioro de la infraestructura. Él argumentó que, aunque Perú vivió un auge de materias primas en los años 2000 y mantuvo disciplina fiscal, no se aprovechó ese período para implementar reformas institucionales más profundas. Como resultado, la economía sigue siendo vulnerable a choques externos y a la volatilidad política interna.
Informalidad y desigualdad regional
Un tema central en la presentación de Castilla fue la persistencia de la informalidad y sus implicancias para el desarrollo económico y social del Perú. Él describió la economía peruana como altamente fragmentada, con más del 70% de la fuerza laboral en el sector informal. La informalidad, explicó, limita la recaudación tributaria, debilita la protección laboral y crea barreras significativas al crecimiento de la productividad. Castilla subrayó que abordar la informalidad no se trata solo de formalizar pequeñas empresas, sino de repensar integralmente la capacidad del Estado para brindar servicios públicos de calidad y hacer cumplir las regulaciones en todas las regiones.
"Todavía hay una agenda de reformas pendiente en el país y eso se ve en los altos índices de informalidad; tres de cada cuatro peruanos no tienen acceso a una pensión ni a servicios básicos de salud, y dependen de actividades diarias para poder satisfacer sus necesidades." – Luis Miguel Castilla.
Asimismo, Castilla destacó las marcadas disparidades geográficas que definen el panorama del desarrollo en Perú. Mientras que centros urbanos costeros como Lima y Arequipa han tenido un desempeño económico relativamente sólido, las regiones amazónicas y andinas permanecen marginadas, con acceso limitado a infraestructura, servicios de salud y educación. Castilla sostuvo que la descentralización en Perú no se ha traducido en una gobernanza efectiva debido a la baja capacidad administrativa y la débil rendición de cuentas en los niveles regional y municipal.
Tendencias globales y alianzas estratégicas
La conversación abordó también la geopolítica, incluyendo la relación de Perú con China y Estados Unidos. Castilla comentó que el creciente papel de China como principal socio comercial de Perú —especialmente en minería e infraestructura— ha profundizado los vínculos económicos, pero también ha generado dependencias. Hizo un llamado a una política exterior más estratégica que aproveche los lazos con ambos países, al tiempo que priorice los objetivos nacionales de desarrollo a largo plazo. Subrayó la importancia de diversificar las alianzas comerciales a través de acuerdos de libre comercio, ya que tanto la influencia china como la estadounidense siguen siendo muy relevantes.
"Estados Unidos representa alrededor del 13% de nuestras exportaciones, lo que significa que el 87% va a otros países, siendo China nuestro principal socio comercial, principalmente en materias primas como el cobre, entre otras"-Luis Miguel Castilla.
Castilla también reflexionó sobre el enfoque del Perú frente al riesgo climático y la inversión verde, reconociendo la necesidad de una planificación orientada a la resiliencia. Reconoció que, si bien Perú cuenta con abundantes recursos naturales y potencial en energías renovables, aún existen importantes brechas institucionales y técnicas. Será necesario mejorar la coordinación entre ministerios, establecer marcos regulatorios más claros y buscar apoyo internacional para avanzar hacia un modelo económico más sostenible.
Una conversación sobre instituciones y reforma
La discusión también abordó la economía política de la reforma en Perú. Castilla expresó preocupación por la erosión de la confianza pública en las instituciones democráticas, la cual identificó como una barrera importante para el cambio estructural. Enfatizó la necesidad de liderazgo tecnocrático, políticas públicas basadas en evidencia y partidos políticos más fuertes para sacar a Perú de su actual parálisis institucional.
Al ser consultado sobre el papel del sector privado, Castilla destacó que, si bien las élites empresariales han apoyado históricamente la estabilidad macroeconómica, ahora deben asumir un papel más activo en la promoción del desarrollo inclusivo a largo plazo y del respeto al estado de derecho. También señaló la importancia de la educación y la infraestructura digital para mejorar el capital humano y la productividad a lo largo del tiempo.
Sesión de preguntas y respuestas: Hacia una economía más inclusiva
Durante la sesión de preguntas y respuestas, Castilla abordó inquietudes del público sobre los desafíos clave que enfrenta el desarrollo del Perú. En cuanto a la inversión rural, subrayó la urgencia de ampliar la infraestructura pública y los servicios en zonas históricamente olvidadas como las regiones andinas y amazónicas, argumentando que el desarrollo inclusivo es esencial para la estabilidad nacional. Enfatizó que una inversión significativa en carreteras, salud y educación es clave para generar confianza entre las comunidades rurales y el Estado.
Sobre la reforma tributaria, advirtió que la estrecha base impositiva del país y la excesiva dependencia de las industrias extractivas afectan la estabilidad fiscal. Llamó a ampliar la base tributaria, mejorar el cumplimiento fiscal y asegurar una mayor contribución por parte de individuos y empresas con mayores ingresos.
En respuesta a las preocupaciones sobre la confianza institucional, Castilla afirmó que la legitimidad se recupera con resultados concretos, no con retórica. Argumentó que mejorar la capacidad de los gobiernos locales para brindar servicios es crucial para reconstruir la confianza ciudadana en el Estado. En cuanto a la participación juvenil, reconoció la frustración generalizada con la política, pero alentó a los jóvenes a mantenerse involucrados. Sugirió que la innovación cívica y los esfuerzos comunitarios son esenciales para revitalizar los sistemas político y económico del Perú.
Castilla concluyó reiterando la importancia de la planificación a largo plazo y de un nuevo contrato social centrado en la inclusión, la transparencia y la gobernanza efectiva, como camino para evitar una mayor fragmentación y estancamiento.