Mauricio Cárdenas analiza la policrisis que enfrenta América Latina
El 7 de noviembre, el Georgetown Americas Institute recibió a Mauricio Cárdenas, profesor de práctica profesional en liderazgo global de la Universidad de Columbia y ex ministro de Finanzas de Colombia, para conversar con Alejandro Werner, director fundador del Georgetown Americas Institute, sobre el futuro de ALC. países que enfrentan múltiples desafíos simultáneos en la esfera económica, política y social.
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Las crisis actuales
Cárdenas enmarcó la conversación destacando cuestiones globales superpuestas que podrían abrir importantes oportunidades para América Latina y el Caribe (ALC). La región tiene los recursos para ser un actor clave en las soluciones a los problemas globales. Por ejemplo, mientras el mundo enfrenta una crisis alimentaria y energética debido a la invasión rusa de Ucrania, el suministro de petróleo en Guyana y Brasil y el creciente potencial de otros recursos en varias regiones latinoamericanas podrían brindar soluciones útiles.
El mundo también enfrenta múltiples conflictos, guerras y tensiones geopolíticas crecientes. Cárdenas mencionó que América Latina tiene la ventaja de no ser fuente de conflictos graves, aunque la región sí enfrenta problemas de seguridad debido a los altos índices de criminalidad. En el tema de geopolítica, la región se beneficia de ser amigable con varias potencias globales, incluidas China, Europa y Estados Unidos. Muchas de estas potencias se sienten alentadas a hacer negocios en ALC porque la región es vista como un socio confiable y predecible con activos estratégicos clave.
“Estas oportunidades no surgen en el vacío. Están sucediendo en un contexto de situaciones realmente desafiantes”. –Mauricio Cárdenas
Dentro de ALC, Cárdenas describió que existen tres desafíos principales que impedirían que la región pueda aprovechar plenamente estas oportunidades. En primer lugar, las crecientes tensiones sociales debido al aumento de la pobreza pospandemia. En segundo lugar, ALC enfrenta un bajo crecimiento económico y un desempeño inferior al de otras regiones del mundo. Por último, la región enfrenta un escenario financiero marcado por una elevada deuda y un escaso espacio fiscal.
La crisis climática de América Latina
Un tema que Cárdenas encontró particularmente relevante tanto para ALC como para el mundo es la crisis climática. La región tiene importantes activos para ayudar a combatir el cambio climático, incluida la biodiversidad, los minerales críticos y las bajas emisiones de carbono. Los países de ALC son ambiciosos en materia de acción climática, pero enfrentarán costos significativos en la transición energética. Los países vulnerables al clima tampoco tienen espacio fiscal para pedir prestado más fondos para abordar los desafíos ambientales emergentes.
Sin embargo, los riesgos de la transición energética podrían ser mucho mayores que el costo de la adaptación, y los riesgos de la transición son específicos de cada país. Por ejemplo, para los países productores de combustibles fósiles, como México o Venezuela, habrá una reducción de la demanda y la producción globales de petróleo y una pérdida de ingresos gubernamentales y externos. Otros países que se basan en la agricultura, como Uruguay o Argentina, podrían enfrentar un cambio en las preferencias de los consumidores, por ejemplo, no consumir carne vacuna debido a su huella de carbono. El último riesgo que mencionó Cárdenas fue la necesidad de abordar la deforestación ilegal gastando dinero en las comunidades para fomentar otras prácticas comerciales.

Un nuevo paradigma en América Latina
Si bien muchos expertos han estado preocupados por un aumento del populismo, Cárdenas explicó que el escenario político actual no es propicio para un retorno al populismo al viejo estilo de la segunda mitad del siglo XX. El nuevo estilo de populismo emergente no ha conducido a déficits fiscales financiados mediante expansión monetaria ni a extralimitaciones por parte del liderazgo ejecutivo, con la excepción de Venezuela y El Salvador. Los bancos centrales también se están volviendo más independientes, según datos del FMI.
Este nuevo populismo en América Latina es muy similar al populismo europeo o estadounidense, que no tiene nada que ver con la gestión fiscal. Este tipo de populismo está marcado por intensas divisiones sociales, ya que los líderes intentan dividir la sociedad en categorías de buenos y malos, los pobres y las élites. Estas divisiones crean tensiones sociales, generando las condiciones políticas para que los líderes populistas culpen y rompan con los tecnócratas y el establishment político. Esto representa un híbrido, según Cárdenas. Si bien muchos populistas de ALC utilizan la retórica para posicionarse en contra del Consenso de Washington, aún preservan muchos elementos de su marco de política macroeconómica. Desde el viejo paradigma, mantienen una política monetaria independiente, disciplina fiscal, liberalización comercial y apertura a la inversión extranjera directa.
¿Que sigue?
A Cárdenas le preocupaba la estabilidad macroeconómica del paradigma político emergente. El Estado no está involucrando a la sociedad a través de medios típicos como el gasto público, sino que está tomando el control de sectores y mercados clave. Las empresas estatales están asumiendo y dejando de lado a las empresas privadas, y se están aplicando políticas sociales con la intención política de favorecer a ciertos grupos demográficos electorales. La división social se está utilizando como herramienta de gobernanza. Cárdenas concluyó que a los estados se les están asignando nuevos roles para los que no están preparados, abriendo la puerta a la corrupción. Predijo que en este entorno emergente, los populistas eventualmente volverán al populismo al viejo estilo, con todas las consecuencias negativas asociadas.