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7 de noviembre, 2025

Música y movimiento: La relación entre migración y cultura

El 7 de noviembre, el Instituto Georgetown para las Américas recibió a Anamaria Sayre, copresentadora de Alt.Latino y curadora y productora de Tiny Desk, junto con el moderador Andrew Selee, presidente del Migration Policy Institute, para una dinámica conversación sobre música latina, migración y pertenencia cultural. La discusión exploró la evolución de la música latina, los flujos culturales transnacionales y cómo la migración y la música se entrelazan para dar forma a la identidad, el sentido de pertenencia y la influencia social en las Américas y más allá.

Anamaria Sayre y Andrew Selee
Anamaria Sayre y Andrew Selee

Las profundas raíces del intercambio musical

La conversación comenzó con una perspectiva histórica sobre el intercambio musical. Sayre enfatizó que los sonidos contemporáneos —reggaetón, bachata, dembow y cumbia— se nutren en gran medida de las tradiciones afrodiaspóricas y de siglos de movimiento cultural transatlántico. Citando ejemplos de artistas como Angelique Kidjo y colaboraciones entre músicos nigerianos, puertorriqueños y jamaicanos, Sayre destacó cómo estos diálogos musicales revelan historias compartidas y espacios culturales que trascienden las fronteras nacionales. Selee complementó esta perspectiva examinando los contextos históricos y sociales que dan forma a la migración musical. Analizó cómo los patrones de migración, trabajo y diáspora han facilitado la difusión y evolución de las tradiciones musicales, creando comunidades donde la cultura se convierte tanto en identidad como en cohesión social.

Sonidos globales y fluidez creativa

En cuanto a los artistas contemporáneos, Sayre habló de obras que desafían los géneros, como el último álbum de Rosalía, grabado con la Orquesta Sinfónica de Londres y cantado en trece idiomas. Subrayó cómo esta experimentación refleja la naturaleza compleja e híbrida de la música latina. Selee, por su parte, aportó una perspectiva centrada en las políticas públicas, destacando cómo los flujos migratorios influyen en la producción cultural tanto en los países de acogida como en los de origen. Señaló que las comunidades latinas en Estados Unidos suelen fusionar sonidos locales e internacionales, contribuyendo al auge global de los artistas latinos. Esta intersección entre migración y música, argumentó Selee, demuestra que la identidad cultural se moldea tanto por la movilidad como por la herencia.

Las preguntas del público dieron lugar a un debate sobre el impacto global de Bad Bunny. Sayre explicó que su influencia radica en su relevancia cultural más que en el espectáculo. Además de sus éxitos internacionales y sus actuaciones de alto perfil, mencionó su papel en las elecciones de Puerto Rico de 2024, donde su apoyo contribuyó a que un candidato hasta entonces poco conocido pasara del 1% a más del 30% en las encuestas. Selee añadió que estos ejemplos ilustran cómo la cultura y la migración pueden confluir para impulsar el cambio social, con la música actuando como reflejo y motor de dicho cambio.

Identidad, pertenencia y las realidades de la experiencia latina

La conversación también abordó los desafíos que enfrentan las comunidades latinas en Estados Unidos, como el miedo, las presiones migratorias y la discriminación. Sayre compartió cómo los niños inmigrantes a menudo conciben su "hogar" como un país que nunca han visitado, lo que pone de manifiesto las consecuencias emocionales de la marginación. Selee enfatizó que estas experiencias están determinadas por estructuras sociales y políticas más amplias, que pueden limitar o facilitar la expresión cultural. Sin embargo, ambos coincidieron en que la visibilidad y la prominencia cultural actuales de las comunidades latinas reflejan resiliencia y progreso.

La música como reflejo, resistencia y reconexión

Para concluir la conversación, Sayre presentó la música como un medio esencial para la autoexpresión y la reflexión social. “El trabajo cultural exitoso es simplemente una reflexión exitosa”, afirmó. “La gente quiere ser vista. La música lo logra. Siempre lo ha hecho y siempre lo hará”. Selee señaló que, a través de la migración, estas expresiones musicales conectan a comunidades diversas, creando una comprensión compartida y un sentido de pertenencia que trasciende las fronteras.