En esta conversación, Guerrero pidió un tratado de seguridad de América del Norte entre Estados Unidos, Canadá y México, ya que la región enfrenta diversas amenazas a la democracia y la prosperidad. Alejandro Werner, director fundador del Georgetown Americas Institute, moderó el debate.
La delincuencia transnacional y el tráfico de drogas, personas y armas ilegales son desafíos que exigen una cooperación más profunda en materia de políticas de seguridad entre los países de América del Norte. Promover la inversión en la fuerza policial de México y reducir el impacto del crimen en los ciudadanos, las instituciones y la infraestructura también son preocupaciones clave, que Guerrero señaló que podrían abordarse mediante un tratado de seguridad regional.
Desafíos de seguridad y violencia criminal en México
Guerrero brindó una visión general de la desafiante situación de seguridad en México, su evolución y el papel desempeñado por el crimen organizado. Describió la situación como una creciente epidemia de violencia criminal, que comenzó en 2008 con una espiral de homicidios desencadenada por actividades de los cárteles. Guerrero señaló que en los últimos 15 años el gobierno ha sido incapaz de contener la violencia y proteger a los ciudadanos.
“A principios de la década de 2000, los actores criminales de México se concentraban en algunos municipios específicos. No enfrentamos un problema generalizado de homicidios y extorsiones, a diferencia de lo que vemos ahora”. -Eduardo Guerrero
Describió la evolución de la actividad criminal a partir de 2006, cuando México tenía seis cárteles regionales operando relativamente discretamente mientras buscaban mantener un perfil más bajo en comparación con las organizaciones criminales modernas.
Hoy en día, dos grandes coaliciones criminales dominan el país: el Cartel de Sinaloa y el Cartel de Jalisco, junto con una red de 64 mafias regionales y cientos de pandillas locales. Guerrero sostuvo que estas organizaciones han diversificado sus actividades, involucrándose en extorsiones, robo de recursos naturales, trata de personas e influencia política.
El estado de la cooperación transnacional
Guerrero argumentó que la cooperación en materia de seguridad entre México, Estados Unidos y Canadá es fundamental para abordar la amplia gama de desafíos de seguridad que plantean la actividad de los cárteles y la migración masiva. Sin embargo, expresó frustración porque la cooperación ha sido inconsistente y limitada en su eficacia.
“Hemos tenido experiencias de cooperación en algunos estados, como Baja California y Tamaulipas colaborando directamente con el gobierno de Texas, pero a nivel federal la colaboración ha sido débil”. -Eduardo Guerrero
Si bien ha habido una colaboración exitosa en el intercambio de inteligencia y en operaciones conjuntas de aplicación de la ley, Guerrero cree que estos esfuerzos se han visto obstaculizados por factores como la desconfianza, las tensiones políticas y las diferentes prioridades.
El clima diplomático actual no es favorable para lazos de cooperación más profundos, principalmente debido a cuestiones regionales más amplias como la migración. Acontecimientos recientes, como el arresto de un exsecretario de Defensa mexicano en Estados Unidos por presuntos vínculos con el narcotráfico, han tensado aún más las relaciones diplomáticas y subrayado la necesidad de mejorar la comunicación y medidas de fomento de la confianza entre las tres naciones.
Un tratado de seguridad para América del Norte
Dada la creciente complejidad y alcance del crimen organizado en México, Guerrero cree que se requiere una respuesta integral que implique una cooperación más estrecha con Estados Unidos y Canadá.
Para superar estos obstáculos y mejorar la cooperación, Guerrero argumentó que los tres países deben priorizar el diálogo, la transparencia y el respeto mutuo. Establecer canales claros de comunicación, fomentar un espíritu de cooperación en todos los niveles de gobierno y abordar cuestiones subyacentes que afectan las relaciones bilaterales son pasos esenciales.
“El primer paso hacia la integración norteamericana fueron los tratados de libre comercio. Se debe dar un segundo paso teniendo en cuenta las preocupaciones de seguridad”. -Eduardo Guerrero
Además, Guerrero argumentó que el tratado de seguridad debería promover la inversión en programas conjuntos de capacitación, iniciativas de desarrollo de capacidades y acuerdos de intercambio de tecnología, que fortalecerían la capacidad colectiva de los miembros para combatir amenazas transnacionales.
Al fomentar un enfoque colaborativo y proactivo para la cooperación en materia de seguridad, México, Estados Unidos y Canadá pueden trabajar juntos de manera más efectiva para abordar desafíos compartidos y promover la estabilidad y la prosperidad en la región.
Desafíos y próximos pasos
Cuando se le preguntó sobre la viabilidad de un esfuerzo tan ambicioso, Guerrero destacó cómo los tratados de libre comercio anteriores que involucraban a México se construyeron en poco menos de seis años. Si cuenta con el respaldo de una voluntad política igualmente fuerte, en un futuro próximo podría elaborarse un posible tratado de seguridad. Reveló que Lantia Consultores está mapeando activamente los mecanismos legales existentes y propuestas de cooperación en materia de seguridad más antiguas que podrían fortalecer los argumentos a favor de un tratado de seguridad formal en América del Norte.
Guerrero concluyó con un llamado a la acción, pidiendo a los asistentes que se comprometan con el proyecto del tratado de seguridad de América del Norte y participen en las próximas rondas de discusión de expertos que buscan materializar esta innovadora iniciativa.
El evento fue moderado por el Director Fundador de GAI, Alejandro Werner .